seamos realistas. En una sociedad basada en el capitalismo, donde aún somos presos de las decisiones de los poderosos, es muy difícil doblar la mano de aquellos que no basan sus acciones en lo correcto, lo ético, sino que utilizan lo "no ilegal" aprovechándose de los infinitos aspectos en pro de los ciudadanos que la ley olvidó y así llenarse los bolsillos a costa del chileno promedio. No olvidemos que vivimos en una sociedad democrática, donde las leyes son aprobadas por un congreso, y muchos de los que participan de tal congreso son dueños o pertenecen a familias propietarias de grandes corporaciones que literalmente mueven al país.
La única forma de solucionarlo, es conformar una revolución social real, donde sé que muchos jóvenes tenemos la misma idea de cambio, pero desde una dejación y, puede ser también, decepción del sistema nos encerramos en una burbuja opinando para adentro sin expresar lo que pensamos, dejando este país en la inercia, con las mismas personas de siempre, que estuvieron en el gobierno militar y aún permanecen en el poder, esta vez desde otro lugar, declarándose como “democráticos”, siendo que fueron los más beneficiados con la dictadura.
Es el momento en que todos los jóvenes, votantes o no, nos unamos en pro de cambiar definitivamente este país y asumir que estamos en tiempos donde el libertinaje económico da resultados nefastos para el ciudadano común, como es el caso de la colusión de precios de las farmacias, los abusos de las entidades crediticias, y finalmente los sueldos mediocres para quienes efectivamente trabajan las 45 horas semanales y deben alimentar, educar y vestir a sus familias.
Sólo con nuestra perseverancia, como jóvenes apoyado por ti como nuestra representación en la moneda podremos mejorar este país, con mayores oportunidades, asegurando los derechos básicos que garantiza nuestra constitución.
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